El año es 2003. Acabas de llegar a casa después de un terrible día en la escuela secundaria y te enteras de que "Bring Me to Life" de Evanescence ha vuelto a reclamar el primer puesto en el VH1 Top 20 Video Countdown. (Estás feliz por Amy Lee, específicamente.) Después de devorar una bolsa de "Xtra Cheddar" Goldfish, pones la banda sonora de "Freaky Friday" en tu Discman. Quieres tener las letras de "Happy Together" de Simple Plan memorizadas para esa pijamada del sábado.
Aquí estamos, 18 años después, y nunca he estado más seguro de que el tiempo es un círculo plano. Bennifer se está besando por toda Los Ángeles, de nuevo. El elenco de "Friends" recibió millones de dólares para filmar un episodio de televisión, de nuevo. Travis Barker aparece en un éxito en las listas, de nuevo.
En la moda, también, el código de vestimenta colectivo de los últimos tiempos parece estar flotando entre las Chicas Superpoderosas y las muñecas Bratz. De hecho, la gente se está tomando tan en serio este renacimiento del nuevo milenio que el agobiado "whale tale" está regresando. Pero hay otra estética que está surgiendo entre los todopoderosos de la Generación Z que no vivieron el Y2K la primera vez. Eso es pop-punk, ¡y ha vuelto, bebé!
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